Muchas veces me castigo en lo que como, realmente vivo en una restricción muy grande con mis alimentos, pero poco a poco me eh estado amigando con la comida.
Se que que esta mal, pero durante la semana me obligo a comer “como el nutriológo me indica” pero son indicación muy estrictas para ser sincera yo le nombro a mi comida comida de GATO, literal como tres cucharadas de atún y una lata de atún, a veces es muy poco y trato de no hacerle caso a mi panza que me pide más, otras veces me siento llena y soy feliz durante todo el día.
Pero algo que me hace muy muy feliz, son las cosas dulces y por más que trato de dejarlas a un lado, no puedo y los fines de semana me escapo por postres que me llenen el corazón.
Hoy me comí una rica MARQUESITA de NUTELLA y no saben lo feliz que soy, agradezco con todo el alma el día que descubrí que me quedaban a unas solas cuadras este rico lugar.
Las marquesitas me recuerdan mi infancia, una infancia muy feliz cuando visitaba a mi tío en Merida, donde las pobre por primera vez.
Hay que buscar de la comida cosas que nos llenen el alma y el corazón, que nos hagan recordar cosas bonitas.
Les quiere.
MFC
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